Opinión

Entre la jubilación y el 'viejazo'



    La expresión mexicana viejazo define ese periodo de la vida que empieza con la liberación del trabajo y termina con la silla de ruedas. Históricamente, era muy breve, pero hoy es más larga que la infancia. Para muchos es la etapa más feliz de su existencia. Y no es de extrañar.

    Sin embargo, ese grupo está todavía buscando un nombre, algo importante para las actuaciones de marketing. El concepto de niñez, por ejemplo, no surgió hasta el siglo XIX, abriendo el camino para la protección de la infancia -muchos empezaban a trabajar a los siete años- y el inicio de la literatura infantil. Teenager -nunca bien traducido al español- es una denominación que se acuñó en Estados Unidos en los años cuarenta del siglo pasado, y dio paso al inmenso mercado de ropa y de música.

    Las definiciones ortodoxas como retirados, jubilados o pensionistas producen confusión en algunos lugares como Estados Unidos, puesto que muchos de ellos se consideran algo más. Hoy día, hay mayores de 65 años para todos los gustos. "65 sombras de Grey" como dice The Economist, que termina proponiendo que sean llamados Owls, acrónimo de older working less still earning, es decir, gente mayor que trabaja menos, pero algo gana. Salvo en España, por sus normas anticuadas. La calificación más elegante, no obstante, es la de perennials.

    Ese grupo, según Nielssen, tiene más renta per capita que ningún otro y está dispuesto a gastarse gran parte de la misma en actividades de ocio. Además, son mayoritariamente los dueños de los activos. Tienen el poder económico y también el político. Son muchos y votan más que cualquier otra generación. Consiguen que, a pesar de ser los más ricos, el resto de la población les financie. Sin ir más lejos, entre las pensiones y los gastos sanitarios se apoderan cada año de cerca del 20% del PIB en todos los países desarrollados, más del doble de lo que les correspondería.

    Los 'baby boomers' que se retiran estos años son la gran esperanza del turismo español

    En España, tanto la pensión media -cerca del 18.000 euros anuales- como la máxima -43.000 euros- están claramente por encima de lo que gana un trabajador al comienzo de su carrera , e incluso que uno con veinte años de experiencia. El mundo envejece y sube el gasto, pero los ingresos fiscales necesarios para mantener la situación no son suficientes.

    En la forma tradicional de pensar, el retiro era un pozo en el que caían repentinamente los trabajadores y ya no salían de él, pero los que ahora se acercan no desean ese fin. Sin embargo, no aparecen las políticas imaginativas necesarias para ayudarles y evitar que aumente el gasto. Muchas personas mayores quieren trabajar con flexibilidad, pero el sistema pone todas las trabas posibles.

    Muchos de ellos son agnósticos en cuestión de edad, incluso algunos setentones son estrellas de rock. No se conforman con cruceros y giras en autobús, sino que quieren viajes de aventuras, de cultura o rutas en bicicleta. También hay atracadores de bancos, como reportaba El Confidencial el pasado 23 de marzo, con motivo de la detención de dos hombres de 80 y 74 años que habían trabajado en Italia y España. Eso sí, con un guiño a su edad, tras el atraco se escapaban en el metro.

    En Estados Unidos aumentan los divorcios cuando se dan cuenta de que tienen que pasar más tiempo con sus cónyuges. También es el grupo que más crece en los servicios de búsqueda de pareja.

    Influyen en el mercado inmobiliario al deshacerse de su vivienda suburbial y adquirir productos nuevos -que todavía no existen en España- especialmente diseñados para ellos, como pisos de dos habitaciones con servicios comunes y supervisión sanitaria. En algunos de estas viviendas se pueden observar largas filas de Harley Davidson aparcadas. En Australia les llaman Grey Nomad, por mudarse a lujosas mobile homes para recorrer el país. Y es que desde comienzos del siglo pasado se han añadido a la vida más años que en toda la historia de la humanidad. La longevidad se ha convertido en un gran éxito, pero también en uno de los mayores problemas de la sociedad actual. No se pueden pagar buenas pensiones durante 30 años a gente que, en algunos casos, ha trabajado menos. Para ello hay que lograr que los mayores de 65 que quieran ser activos económicamente, puedan serlo. La mal llamada economía colaborativa produce espacios adecuados sin las obligaciones del trabajo tradicional.

    Para algunos sectores, como el turístico, son imprescindibles ya que, como apenas gastan nada en artículos materiales, tienen recursos suficientes para gastar en actividades y experiencias. De hecho, esos ricos baby boomers europeos que se jubilan estos años son la gran esperanza del turismo español, ahora que muchas familias alemanas e inglesas se van a Turquía por el menor coste de sus vacaciones.