Opinión

Evitar que podemos controle RTVE

    RTVE.

    Javier Romera

    Nunca he entendido muy bien el sentido de una radio o de una televisión pública. Ni de carácter local o autonómico ni mucho menos estatal.

    El Estado del bienestar del que tanto presumimos debe garantizar el acceso a la sanidad o a la educación, pero ¿ocurre lo mismo con la información? El pasado desmuestra además que tanto unos como otros han utilizado siempre que han tenido la oportunidad el potencial que ofrece RTVE para influir en la opinión pública.

    Flaco favor porque eso solo se ha conseguido, salvo excepciones, que también las ha habido, desprestigir a la corporación que, en teoría, debe estar al servicio de todos. Y así llegamos al primer decretazo de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno tras la moción de censura. Era uno de los pagos por los servicios prestados a Podemos y a los nacionalistas. Ya lo dijo Ana Pardo de Vera, una de las candidatas a la presidencia, a través de Twitter. "El lunes me llamó Pablo Iglesias para decirme que el presidente Sánchez y él habían alcanzado un acuerdo para que los nombramientos de RTVE dependieran de Podemos. Quería que yo la presidiera provisionalmente hasta que el método del concurso público saliera adelante", aseguraba el pasado viernes. Sencillamente, incalificable.

    Repartise así la radiotelevisión pública me parece de por si más propio de otros regímenes, pero ponerla ya en manos de un partido como Podemos resulta bochornoso. ¿Cuál es el objetivo? ¿Reeditar La Tuerka? ¿Se imaginan a Pablo Iglesias, a Juan Carlos Monedero o a Pablo Echenique reeditando programas como el tristemente conocido Aló Presidente, que protagonizaba en Venezuela Hugo Chávez? Podemos no es precisamente un partido que crea en la libertad de expresión sino más bien en el manejo y control de los medios de comunicación.

    Dice Podemos que al frente de RTVE debe haber un periodista, lógicamente afín al partido morado. Pero nada más lejos de la realidad. Al frente de los servicios informativos debe haber un periodista. Al frente de la programación debe haber un periodista. Al frente de la gestión, no. El nuevo presidente de la corporación pública debe ser un gestor, una persona con experiencia y, lógicamente, independiente de afinidades políticas. Dirigir una sección política en un diario digital o estar al frente de un periódico en Internet no son cualidades suficientes para estar al frente de una corporación con más de 6.000 trabajadores y un presupuesto por encima de los mil millones. No resulta extraño así el enfado colasal de la plantilla al conocer el modo de actuación de Sánchez y sus socios de Gobierno. Parece que el único punto de cordura, por ahora, lo pone el PNV. Ojalá mantenga su posición, evite entrar en un mercadeo por la presidencia de RTVE y se oponga a una televsión controlada por Podemos.