Opinión

Buscarse la vida en Coria: puta, guardia civil, política o responsable de prensa

  • La mala noticia es que Coria tiene una tasa de paro aún superior al 45%
Fotograma de la película 'Cuerpo de Élite'.

José Ignacio Chaparro

Estas vacaciones estuve en Ceuta. Los lugareños con los que traté dedicaban, sin excepción, los primeros instantes de nuestro encuentro a desmentir las distorsiones que la serie "El Príncipe" había provocado en la imagen de la ciudad: "Es que ahora todo el mundo piensa en Ceuta como si todos fuéramos malos". Yo era forastero y, claro, no me atrevía a explicarles que nadie piensa en Ceuta ni para bien ni para mal.

Recibía las quejas con interés porque al menos venían de ciudadanos preocupados y no de administraciones hipersensibles, mucho más odiosas en esta cuestión. La última incorporación al salón de la fama de los ofendidos (lleno hasta la bandera) es el municipio sevillano de Coria del Río, donde ha causado honda indignación una mención tangencial en la película de reciente estreno, Cuerpo de Élite.

Nadie piensa tampoco en Coria del Río pero si alguien lo hace ahora espero, por el bien de los corianos, que lo haga pensando en el personaje de María León y no en sus gobernantes, que ofrecen un triste espectáculo de oposición "tajante" a un chiste.

La buena noticia es que las corianas no tendrán que meterse obligatoriamente a "puta o Guardia Civil" (profesiones ambas antiguas y respetables) como el personaje de María León porque la actuación del consistorio evidencia que en el pueblo faltan políticos sensatos y un responsable de prensa que sepa hacer su trabajo. La mala noticia es que Coria del Río tiene una tasa de paro aún superior al 45%, pero eso debe de ser culpa de las películas y los chistes.

Me salto el debate legal porque no existe. Me interesa sin embargo el debate práctico, el logro de estos celosos regentes municipales.

Para empezar, el Excelentísimo Ayuntamiento de Coria del Río ha disparado el efecto Streisand, esto es, que la queja es el verdadero altavoz de la expresión "ofensiva", que de otro modo hubiera pasado desapercibida. Y, para seguir, demuestran poca conciencia democrática y menos conocimiento legal afirmando que tomarán "las medidas oportunas" y que "no va a consentir ofensas", como si pudieran hacer algo al respecto que no sea patalear, como si hubiera algo ilegal o reprochable en esa línea de guión.

Pero el Excelentísimo no tiene bastante con el tono pueril de la nota en general sino que aún ahonda en su patetismo aprovechando la ofensa para colar una cuña de propaganda. Afirma el comunicado coriano que no se consentirán ofensas "cuando nuestro municipio está remontando y tiene grandes expectativas, avanzando, impulsado por este gobierno, en su economía, la creación de empleo y la consolidación de su imagen internacional.". "Este Gobierno". Lo de su "imagen internacional" no es propaganda pero es de premio al delirio gubernativo. 

Esto solo puede acabar bien de una manera: el alcalde dimite tras descubrirse que vio la indignante película con cargo al presupuesto municipal.