Opinión

el IMPULSO A LA COOPERACIÓN CON CUBA



    E n los últimos meses he tenido la oportunidad de conocer mejor el proceso de transformación de la economía cubana. Los viajes del secretario de Estado de Comercio, en mayo, y el ministro de Industria, Energía y Turismo a principios de julio, acompañados por sendas delegaciones empresariales que tuve el honor de presidir como vicepresidente de la CEOE, así como el encuentro empresarial, celebrado el 30 de julio en CEOE con el ministro de Comercio e Inversiones de este país, nos ofrecieron la oportunidad conocer más de cerca las últimas reformas y medidas adoptadas por el Gobierno cubano en el ámbito económico.

    Entre los hitos más importantes en este proceso gradual de cambio económico debemos, sin duda, destacar la entrada en vigor de la Ley número ciento dieciocho (118) sobre Inversión Extranjera, que fija un marco más coherente y favorable a la inversión extranjera.

    Asimismo, durante nuestra estancia en Cuba, tuvimos la oportunidad de conocer la zona económica especial en el Puerto de Mariel, que las autoridades cubanas están intentando impulsar mediante la modernización de las instalaciones portuarias y el establecimiento de un régimen fiscal especial que permita a este Puerto, estratégicamente localizado en el Caribe, convertirse en una plataforma logística entre el Atlántico y el Pacífico, a través de la comunicación que propicia el Canal de Panamá.

    Todo este proceso iniciado desde hace algunos años adquiere una mayor trascendencia en el actual contexto de normalización de las relaciones bilaterales entre los Estados Unidos y Cuba, que han reabierto sus embajadas.

    Como primer socio comercial e inversor de la Unión Europea en Cuba, los empresarios españoles debemos prestar una especial atención a la evolución económica de este país, con el que mantenemos relaciones bilaterales que se caracterizan por su solidez y permanencia en el tiempo.

    En este marco general, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales ha considerado oportuno firmar un acuerdo de colaboración con la Asociación de Empresarios Españoles en Cuba, con el objeto de intensificar la cooperación empresarial entre nuestros países.

    Por su parte, la Administración española, ha aprobado una serie de medidas encaminadas a intensificar la actividad empresarial española en Cuba, entre las que debemos destacar el establecimiento por CESCE de una cobertura de seguros para operaciones financieras por importe de hasta 25 millones de euros; y la apertura por Cofides de una línea de crédito que asciende a 40 millones de euros.

    Estas primeras decisiones, que han sido acogidas de manera muy favorable por los empresarios españoles, deberán ser ampliadas y complementadas en el futuro mediante medidas adicionales, que permitan consolidar y reforzar nuestra presencia en Cuba que además de gozar de una situación estratégica en el Caribe, dispone de una población con un alto nivel de preparación.

    Además de las cadenas hoteleras españolas, que están muy implantadas en este país caribeño, empresas de los sectores relacionados con las infraestructuras, las ingenierías, la energía o el medio ambiente, por sólo destacar algunas ramas de actividad donde nuestras empresas son líderes mundiales, pueden contribuir de manera decisiva al desarrollo de la isla dotándola de una infraestructuras modernas que permitan desplegar su potencial económico. Ahora bien, siendo esta evolución sin duda alguna positiva, debemos mantener una actitud de prudencia, pues todo proceso de transformación económica no está exento de las dificultades propias que se plantean en cualquier economía en transformación, con sus lógicas contradicciones y rectificaciones, resultado de una política de prueba y error.

    Todavía quedan por resolver cuestiones tan importantes, como la doble convertibilidad de la moneda cubana que plantea numerosos problemas a las empresas que operan en la isla.

    A modo de conclusión, querría destacar que, en este contexto de transformación económica y ante las buenas perspectivas que se pueden abrir al empresariado español, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales seguirá realizando un seguimiento de las reformas económicas de Cuba e intensificando las relaciones económicas y empresariales entre ambos países, que siempre han mantenido una estrecha vinculación y fuerte amistad.