La educación financiera, una necesidad

En una sociedad justa y equilibrada, cada parte de la misma tiene una responsabilidad que asumir, un deber que cumplir y una tarea a realizar. Las entidades financieras, y en particular los bancos, como canal de transmisión del ahorro a la inversión de las empresas y al gasto de las familias, cumplen su función de intermediación y además realizan una tarea de asesoramiento en la desintermediación de los mercados.

Con ello realizan una actividad de extraordinaria trascendencia al financiar el crecimiento económico contribuyendo decisivamente a la creación de empleo, a la expansión del PIB y, en definitiva, al bienestar de las personas y desarrollo de las empresas.

Pero su papel en el tejido social no puede agotarse ahí: su rol de servicio público esencial para la sociedad civil conlleva otros muchos objetivos frente a lo que los sajones llaman stakeholders. Esto es, empleados, proveedores, bonistas, depositantes, etc... En definitiva, la sociedad en su conjunto. Y dentro de la sociedad es el segmento de los jóvenes, todavía en fase de estudios, pero que ya que comienzan a tomar sus primeras decisiones financieras, los que merecen una atención muy especial: son el futuro y deben prepararse en el presente para a su vez dar lo mejor de sí mismos con la adecuada formación en algo tan básico y necesario como es el conocimiento y gestión del dinero.

En coordinación con la Federación Bancaria Europea, y en el contexto de la European Money Week, la AEB (Asociación Española de Banca) ha lanzado el programa Tus finanzas, tu futuro, que aúna el esfuerzo de los bancos para impulsar la educación financiera en España. Con una duración de cuatro semanas, 400 voluntarios (que son empleados o prejubilados de las propias entidades) impartirán clases sobre finanzas a 5.000 alumnos en más de 100 colegios de nuestro país.

Este programa cuenta además con la colaboración de la Fundación Junior Achievement, una de las mayores organizaciones educativas sin ánimo de lucro del mundo. Su objetivo: formar a los escolares mediante planes educativos para fomentar en ellos el espíritu emprendedor.

Este programa es un paso importante en el proceso de educación financiera en nuestro país. Ya en 2008, el Banco de España y la CNMV, siguiendo recomendaciones de la OCDE, pusieron en marcha el Plan de Educación Financiera con varias iniciativas concretas como la formación de profesores, organización de seminarios, material para las clases y la creación de una pagina web (www.finanzasparatodos.com).

En mi generación, la única aproximación al tema era la hucha, regalo de Reyes o de algún aniversario donde, céntimo a céntimo y peseta a peseta, íbamos construyendo nuestro pequeño ahorro para la compra de alguna golosina, TBO, o, si la hucha había acumulado mucho ahorro, un balón.

Que un escolar entienda bien los conceptos del ahorro, gasto, ingreso, presupuesto, etc.., es algo fundamental para la formación y desarrollo de nuestro jóvenes y a la postre de la propia sociedad. Para todo ello, es básica una formación específica, máxime si miramos al escenario actual de globalización, complejidad de los productos financieros y la interconexión de todas las variables que inciden en la actividad financiera.

Ofrecer a los escolares educación financiera no es solo tarea de la Administración: es una obligación del sector financiero privado pues además son las entidades financiera las primeras interesadas en que sus futuros usuarios sepan cómo manejar sus finanzas. Por ello, esta iniciativa es digna de elogio y revela su compromiso con la sociedad por lo que supone de responsabilidad social corporativa.