Opinión
Segunda intentona vendedora
El viernes se vivió un impresionante 'rally' de volatilidad que provocó la ruptura de la zona clave de los 16,8/17,2.
Durante el rebote vivido en febrero, esperado, intenté explicar, con la idea del gato muerto -quizá desafortunada para los que esperan de mí purismo, pero muy gráfica para mi propósito: comunicar la idea de que el rebote no debía ser fiable-, que no son tiempos para querer ganar demasiado dinero en este mercado de renta variable. Al menos, no por la parte larga del mercado.
Los acontecimientos de esta semana no han cambiado casi nada, como no lo hizo el alza de febrero. El rebote mantenía a los precios en el mismo momento de lateralidad que vivimos desde que ciertas resistencias crecientes frenaran al mercado, amenazado por unos registros de sentimiento históricamente extremos y muy propicios para un movimiento lateral o bajista que pueda durar algunos meses. De momento, es lo que tenemos, pero los que esperábamos algún tipo de ajuste no podemos sacar pecho. Menos aún los bajistas, sobre todo si nos damos cuenta de que la recaída intensa del Dax alemán es poca cosa si uno se fija en índices como el Mib italiano o el Nasdaq.
Con todo, las divergencias de sentimiento -como la que han ofrecido estas semanas la media de diez sesiones del ratio put/call, el diferencial entre alcistas y bajistas o la volatilidad- son elementos mucho más negativos de lo que el comportamiento de los precios norteamericanos en el corto plazo parece proyectar. De hecho, la jornada del viernes fue muy llamativa en ese sentido porque, pese a la moderada corrección que protagonizó el mercado, se vivió un impresionante rally de volatilidad que provocó la ruptura de la zona clave de los 16,8/17,2 puntos del VIX. Esto supone una mayor tensión en lo que se conoce como indicador del miedo, que podría estar adelantando una segunda fase de tensión en el mismo; que fracasó en la zona clave de corto/medio plazo en los primeros días de febrero. Llamativa fue también la gran recuperación que vivieron oro y plata durante la semana, que desde luego no fue motivo para optimismo en el terreno de la renta variable.