El Tsunami: Si la montaña no va a Mahoma...
El ministro de Economía efectuó recientemente una visita a Nueva York. Luis de Guindos tenía pensado reunirse con posibles inversores. En concreto, buscaba entrevistarse con responsables de uno de los fondos de inversión más importantes de EEUU, y para ello los citó en el hotel donde se hospedaba. En el célebre fondo se mostraron interesados, pero rechazaron acudir al hotel. En su lugar, emplazaron al ministro a visitarlos a sus oficinas. Guindos interpretó el cambio como un desplante, y no quiso dar su brazo a torcer. Al final, los que le acompañaban lograron convencerle: el ministro puso en práctica la flexibilidad que predica para la economía y consiguió su objetivo.