Opinión

La exclusión de Schengen mina la confinaza europea



    TROUW (HOLANDA)

    Sigue sin estar claro cuándo aceptará Holanda la adhesión de Rumanía y Bulgaria al espacio de Schengen. Todo parece indicar que para Ámsterdam se trata de un acto de venganza por problemas pasados, o que quiere contrarrestar los temores de algunos ciudadanos ante los extranjeros.

    Sin duda, tanto Rumanía como Bulgaria han progresado menos de lo que se habría deseado desde de su ingreso a la Unión Europea.

    Del mismo modo, Grecia ha causado grandes problemas al falsear sus finanzas estatales. Estos escándalos no ayudan a fomentar la confianza mutua dentro de la UE.

    Pero si Holanda pretende volver a restituir la confianza en Europa, tiene que dar la razón cuando los países se ciñen a lo acordado.