J. R. Pin Arboledas: De Rebote en rebote
He preguntado a un experto en bolsa: ¿compro con un Ibex por debajo de 8.000? No compres hasta que baje a 7.000 porque es una cifra redonda y da sensación de seriedad, ha respondido.
Además, en ese momento, el valor bursátil de muchas empresas puede acercarse a su valor contable real, valorando los activos a precio de mercado no al coste, y podría ser rentablecomprarlas enteras para gestionarlas y, en algún caso, venderlas o liquidarlas.
Repregunto: ¿7.000 es el suelo de la bolsa española, medida en el Ibex? Contesta: eso sería lo racional, pero el dinero nervioso no es racional. Si la bolsa baja unos días, se suele producir un rebote. Luego vuelve a caer. El rebote se produjo por una razón psicológica, los inversores creen que no puede caer siempre; y porque hay quien especula a la baja, venden y enseguida compran otra vez, pues con el mismo dinero logran más acciones.
Ambos comportamientos explican la dificultad de caídas continuadas de los índices y los pequeños rebotes intermedios. Además, si hubiera una recesión, los activos se deprecian por debajo de su valor contable.
Una zona en la que 7.000 puede ser, incluso, un precio alto. Iremos rebotando hasta los 7.000. Poco a poco, los inversores van saliendo del mercado y comprando valores refugio, como el oro y los inmuebles. Comprar oro me resulta extravagante para la clase media, y tampoco parece razonable adquirir activos inmobiliarios tras su crisis.
Quedan dos posibilidades: a) invertir ahorros en renta fija, incluidos los depósitos y productos bancarios garantizados, para mantener su valor monetario y, si es posible, el valor real, si no hay mucha inflación; y b) si tuviera, no vendería propiedades inmobiliarias porque: no me compran y tampoco tendría alternativas rentables para invertir el efectivo recibido.
No parece improbable un Ibex de 7.500; ni parece probable que caíga el precio de las propiedades inmobiliarias en manos de particulares. También crecerá la demanda de valores refugio, entre otros, los productos financieros garantizados.
Así que la clase media, a no vender inmuebles y a buscar refugios que no deterioren mucho sus ahorros en términos reales.