Opinión

Editorial: Cameron fija su vista en los desprotegidos



    El premier británico mantiene un análisis muy claro de los disturbios. Considera que el origen de éstos estriba en un desmoramiento de la moral que vertebra un Estado. Por eso, ha anunciado que endurecerá el sistema del bienestar para forzar que más jóvenes se pongan a trabajar. Se trata de la lógica cultura del sacrificio que demanda la actual coyuntura.

    Sin embargo, David Cameron ha puesto como medida de su éxito el futuro de 120.000 familias que el Gobierno considera desestructuradas. En medio de los ajustes presupuestarios, los hechos en Reino Unido subrayan que se tendrán que tomar decisiones difíciles a la hora de evitar que los más rezagados sufran sobremanera la crisis. Y eso abre la puerta a una revisión, sobre todo, del sistema educativo... ¿Y de sus recortes?