Editorial: Cajas, las grandes pegan primero
Las dos grandes cajas del panorama español ya han sacado las pistolas. En otra operación bien diseñada, La Caixa busca ampliar su base de accionistas hasta el millón, superando a Mapfre y Repsol. Con tal fin, emitirá emisiones convertibles de su Caixabank, que tiene mucha visibilidad y un gran atractivo al componerse en un 50 por ciento del negocio financiero de La Caixa, bien gestionado y con una gran red, más la otra mitad consistente en las participaciones con sus respectivos dividendos de Telefónica y Repsol.
Gracias a su amplia red de sucursales, la entidad catalana está colocando tan bien este producto, que está limitando los importes que pueden invertir los particulares a cantidades que oscilan entre 1.000 y 3.000 euros. El único problema de estas convertibles radica en su falta de liquidez, pues hay que esperar al momento en que se conviertan en acciones, pero parece que las sucursales de la entidad ya se esfuerzan en explicarlo. Por otro lado, Bankia ya tiene previsto que destinará al menos el 50 por ciento de su salida a bolsa entre inversores institucionales. Este proceso es muy importante, pues puede dar estabilidad si éstos tienen vocación de permanencia y fijarán el precio justo cuando no hay mucha experiencia en las valoraciones de estas entidades. De hecho, el presidente de la CNMV, Julio Segura, ha dicho que no permitirá que haya entidades que coticen sin un 40 por ciento de estos inversores cualificados, lo que dará mayores garantías al estreno bursátil de las cajas. Las dos grandes ya han puesto el techo, han cogido la delantera y coparán la mayor parte de la demanda, poniéndolo más difícil al resto.