Francisco J. López Lubián: La trampa del Frob
La ruptura del proyecto de fusión para crear el llamado Banco Base pone de manifiesto, una vez más, el hecho de que el mercado no perdona. Aunque ésta es una realidad económica que nadie debería olvidar, resulta sorprendente la facilidad con la que todos tendemos a pensar que no nos afecta.
Suele decirse que lo bueno que tienen las crisis es que ayudan a aflorar y a eliminar las ineficiencias que existen en los mercados. En este sentido, una de las consecuencias positivas de la crisis que se inició hace más de tres años es la actual reforma del sistema financiero español, con la consiguiente reordenación del mapa bancario y de las cajas de ahorros. Los aspectos positivos de esta reforma han sido ampliamente comentados. Pero, como es evidente, también hay peligros.
Quizás el más importante pueda ser caer en la posible trampa del Frob. ¿En qué consiste esta trampa? En cometer el error de acabar poniendo dinero bueno sobre dinero malo, con lo que se pierden ambos. Es lo que el viejo refranero resume con el dicho de pan para hoy, hambre para mañana.
Con el fin de no caer en esta trampa, es indispensable que las entidades financieras que reciban este dinero presenten antes planes de desarrollo del negocio que sean creíbles, donde se detallen quiénes van a hacer qué, cómo, con qué medios y en qué tiempo.
Estamos hablando de dar cumplida respuesta a preguntas como las siguientes:
- ¿Cómo se va a realizar la restructuración operativa, eliminando activos sin valor?
- ¿Cómo se van a constituir los órganos de gobierno de las nuevas entidades?
- ¿Qué prácticas de buen gobierno van a seguir?
- ¿Qué criterios van a seguirse para desarrollar las políticas de inversión a medio y largo plazo?
Las prácticas de gobierno y el funcionamiento de una buena parte de las cajas de ahorros españolas en los últimos años las han conducido a una situación insostenible.
Antes de invertir el dinero de todos, parece lógico que la autoridad monetaria analice y juzgue que la entidad financiera a rescatar puede, debe y quiere ser rescatada. Si el rescatador no lo hace ahora, el mercado lo hará en un futuro próximo.
Francisco J. López Lubián. Profesor de Finanzas, IE Business School.