Opinión

Editorial: Portugal e Irlanda, otra tarde de infarto



    Portugal e Irlanda dieron ayer otra tarde de infarto. Por un lado, los lusos reconocían un desfase en sus cuentas y, por tanto, un aumento del déficit en 2.000 millones. Además, su Gobierno todavía en funciones se declaraba sin la autoridad para pedir un rescate, y abría un periodo de incertidumbre de al menos 3 meses. Por otro, el Gobierno irlandés revelaba que sus bancos precisarían 24.000 millones más de capital, dejando el coste total de su rescate bancario en unos 70.000 millones. Los mercados ya consideraban la posibilidad de una quita en este caso. Parece lo más lógico.

    Los actuales planes de la UE para la periferia sirven de muy poco: sencillamente hunden más a estas economías bajo el peso de unos tipos tan altos como antes de los salvamentos y cada vez mayores recortes.

    Portugal e Irlanda dieron ayer otra tarde de infarto. Por un lado, los lusos reconocían un desfase en sus cuentas y, por tanto, un aumento del déficit en 2.000 millones. Además, su Gobierno todavía en funciones se declaraba sin la autoridad para pedir un rescate, y abría un periodo de incertidumbre de al menos 3 meses. Por otro, el Gobierno irlandés revelaba que sus bancos precisarían 24.000 millones más de capital, dejando el coste total de su rescate bancario en unos 70.000 millones. Los mercados ya consideraban la posibilidad de una quita en este caso. Parece lo más lógico. Los actuales planes de la UE para la periferia sirven de muy poco: sencillamente hunden más a estas economías bajo el peso de unos tipos tan altos como antes de los salvamentos y cada vez mayores recortes.