Opinión

Editorial: Este 'PIG'... ¿es pata negra?



    ¿Está España a salvo del contagio de Portugal? Un selecto grupo de expertos y empresarios encuestados por elEconomista contesta de forma casi unánime que sí.

    Y los hechos les dan la razón. Mientras que ayer Irlanda tenía que pedir al BCE una línea de crédito para sus bancos de 60.000 millones y el rendimiento del bono luso seguía en máximos, la prima de riesgo española se relajaba para marcar mayores distancias con los países en dificultades.

    Aunque falte profundidad y muchos aspectos sean mejorables, las reformas surten efecto. Y pese a que se trate de un ejercicio teórico, si eliminamos el ajuste de la construcción, la economía estaría creciendo a ritmos del 2 por ciento y el empleo dejaría de caer.

    Cierto que todavía habrá que reubicar a medio millón de trabajadores sin formación procedentes del ladrillo, pero esto indica que una vez haya terminada la correción de la vivienda, la economía tirará, sobre todo gracias a las exportaciones. Éstas vienen de niveles muy bajos, pero se comportan mejor que nunca. Y el turismo se beneficia del crecimiento de nuestros socios comerciales y la revolución árabe. Por el momento, nos libramos siempre que se transmita la idea de que somos reformistas.

    Sin embargo, la situación del consumo interno es alarmante. No es de extrañar que en la reunión de Zapatero con la élite empresarial fuese el presidente de Mercadona quien se mostrase más crítico: sus cuentas dependen de España, y aquí las perspectivas no son buenas.

    No olvidemos que a medio plazo o crecemos o acabamos como Lisboa. Aún preocupan cajas y autonomías. Quedan reformas con las que alimentar de bellota a este PIG.