Editorial: Cara ayuda para las cajas suspensas
CatalunyaCaixa y Unnim recibirán más ayuda pública: un total de 1.200 millones al 10 por ciento. Otra repesca para las suspensas en los test y un agravio para las cajas gallegas.
La política ha pesado demasiado en el decreto de cajas. No sólo por las concesiones a Mas. También porque al Gobierno debía resultarle muy duro dar pie a que aflorasen las desmanes en la socialista CatalunyaCaixa.
Pero la probabilidad de que una cantidad no se devuelva es directamente proporcional a su coste y un 10 por ciento es mucho interés. Sube el riesgo de que no se reintegre y termine siendo capital.
Y encima el Banco de España presume ahora de un strip-tease inmobiliario cuando el grueso del agujero del ladrillo debía ya estar absorbido hace tiempo por provisiones y coberturas. El problema de las cajas sigue siendo político.