Opinión

Editorial: Nueva Rumasa y el vía crucis del bonista



    Comienza el largo peregrinar de los bonistas que prestaron a Nueva Rumasa. Y surge la primera denuncia por posible estafa. He aquí Rumasa bis.

    Durante años, muchos han visto en Ruiz-Mateos a la víctima de una injusticia que le desposeyó de su primer emporio. En solidaridad, pequeños ahorradores prestaron sus fondos a un enjambre industrial que ganaba tamaño a un ritmo digno de pirámide y sospechoso hasta para un bólido.

    Las valoraciones de activos que respaldaban todo estaban infladas y no se destinaban a los fines dichos, sino a financiación. Ahora un preconcurso de acreedores crea un lapso que interrumpe el pago de intereses y que acabará relegando a los confiados prestamistas al último lugar entre los acreedores.

    Los tribunales dirán si hay o no elementos de una quiebra fraudulenta.