Opinión

Editorial: Más politización en las cajas



    El Ministerio de Economía prepara un decreto de recapitalización del sector financiero que deja a un lado al Banco de España.

    Después de haber asegurado una y otra vez cuán excelente es nuestro supervisor y qué sano estaba el sistema, Salgado se vio bajo la presión de apresurar un apaño para las cajas.

    Sólo hay que detenerse en los términos que usa como "capital principal" para darse cuenta de que no ha pasado por las manos de los técnicos del Banco y que ni siquiera se han realizado unos estudios mínimamente serios que calculen el impacto de esta legislación sobre las cuentas de las entidades.

    De modo que poco podemos fiarnos de las estimaciones de 20.000 millones de necesidades de capital. Y, ahora, en la dirección del Frob ganarán más peso los políticos frente al Banco. ¿Pero no era éste el supervisor modélico para el resto del mundo? ¿Cómo nos lo saltamos así? Seamos francos, esta situación no extraña a nadie.

    Bajo Ordóñez, la institución se ha mostrado muy sensible a las ideas del Gobierno y ha defendido la robustez de las entidades durante demasiado tiempo, alargando el problema.

    Y una vez reconocido, se ha conformado con trajes a medida que no suponían una solución. La nueva iniciativa del Gobierno tampoco va a funcionar. Unos niveles de capital más altos no implican un saneamiento de las entidades. De hecho, algunas incluso aparecen más fuertes en la foto por no haber aflorado pérdidas.

    Y, encima, el Ejecutivo podrá decidir con criterios políticos donde interviene, creando aún más incertidumbre. Hay que destapar los agujeros para que se rebajen los precios de las cajas y así atraer el capital privado. Y fuera los políticos...