Editorial: Cómo crear empleo de corta duración
El Fondo Estatal de Inversión Local que diseñó el Gobierno para detener la brutal sangría del paro nos ha enseñado la receta del derroche: cómo gastar 8.000 millones en contratos de hola y adiós dedicados a algo tan crucial para nuestro modelo productivo como alargar el tendido de carril bici.
La mayoría de los trabajadores ya prestaba servicios en las empresas adjudicatarias de las obras municipales. Sólo el 40 por ciento de los 426.000 contratos fueron nuevos. Y ni mucho menos resultaron estables.
Su duración media fue de 47 días y se estima que muchos se reenganchaban sucesivamente, lo que engorda la cifra de contratos.
El despilfarro de este fondo retrata las nefastas consecuencias de la política económica improvisatoria que ha practicado el presidente Zapatero hasta verse contra las cuerdas.