Editorial: El Ibex, ¿de la sonrisa al respingo?
El Ibex ha puesto el pie en 2011 con un potencial del 15 por ciento, del que ya ha hecho buen uso en lo que va de enero. Ayer, gracias a la noticia de que se endurecerían los test de estrés a la banca. Pero la calma es transitoria: los problemas siguen ahí.
La economía lusa ya paga tipos de rescate para colocar sus títulos, rebasando el 7 por ciento. Su salvamento se da por hecho. Tras las elecciones del próximo domingo, es cuestión de tiempo. Y España sigue a la espera de conocer la magnitud y alcance de los achaques de su sector financiero, que se suman a los de su deuda.
A falta del dictamen de los nuevos test de estrés y del desnudo inmobiliario de nuestras entidades, reina demasiada confusión en torno a cuánto hay que recapitalizar.
UBS y Nomura no se ponen de acuerdo en esta cifra: unos 20.000 millones según el primero y 43.000 para el segundo. Demasiada brecha como para dar crédito al mensaje de seguridad de Salgado.
Hay que preguntarse qué quiso decir al anunciar unas cajas saneadas antes de las pruebas de esfuerzo. La piedra de toque para España será saber el tamaño del desequilibrio de su sector financiero.
Si los test al fin estiman el desajuste en un monto razonable y lo hacen con mayor fiabilidad que en 2010, sí se pueden abordar las dificultades: acabamos de ver una emisión sindicada de 6.000 millones.
Bastaría con pagar más por financiarnos. Pero sería inasumible añadir al fardo de la deuda -con 200.000 millones en emisiones este año- un agujero en las cajas que demandase estirar el Frob hasta los 90.000 millones.
El Gobierno no debe confiarse. El terreno de la crisis está más escarpado que nunca, y al otro lado... el precipicio.