Julio Anguita: La diagnosis de los sabios (VII)
El equipo dirigido por F. González aborda la Política de Seguridad Interna y Externa de la Unión Europea constatando el inicio de un orden multipolar y la existencia de una mundialización en la que la pobreza y la descomposición de muchos Estados están en el origen del terrorismo.
La respuesta a esta situación está lastrada por la resistencia de los miembros de la UE a compartir información y políticas de orden público. Por eso, proponen coordinar políticas que supongan la puesta en común de informaciones sobre tráfico de armas y otras actividades afines y colaterales con el mismo. Además, añaden otra serie de medidas como la armonización de las políticas de asilo y la concesión de visados.
Sin embargo, la que resalta por su contundencia es la creación de un equipo europeo de reserva que con una "formación específica" y una estructura "a imagen del componente militar" esté preparado para intervenir inmediatamente.
En Defensa Exterior se mueven en el contrapunto de la necesidad hecha virtud por una parte, y por otra la evidencia de la superioridad del modelo USA por su cohesión política como Estado unificado. Por eso mantienen sin discusión la existencia de la OTAN como parte de la Defensa de la UE (a la que se le añade como gregaria la Política Común de Seguridad y Defensa). La comparación con los Estados Unidos arroja un hecho que los informantes subrayan con énfasis; con 1,8 millones de soldados (medio millón más que USA), la UE apenas puede desplegar 60.000 efectivos para una intervención rápida.
La apuesta por un mercado único europeo del armamento junto con la política de contratación conjunta de cara a terceros es clave para corregir la dependencia europea en esta cuestión.
En consecuencia, demandan la potenciación de la Agencia Europea de Defensa y la reducción de las barreras arancelarias que en cuestión de armamento todavía existen entre los Estados miembros de la UE.
Julio Anguita, ex coordinador general de IU.