Opinión

Editorial: Ferrovial debe reaccionar ya



    Las relaciones de Ferrovial con la Generalitat de Cataluña a través del Palau no sólo se ciñeron a los gobiernos de CiU. La compañía presidida por Del Pino también buscó un trato preferente del tripartito, al firmar un acuerdo con el Palau para que éste le apoyase en sus actividades en Cataluña cuando Montilla entró en el govern.

    La empresa insiste en que se trata de patrocinios, sin embargo, se le acumulan los indicios de que sus prácticas resultan cuestionables. Una cotizada como Ferrovial no puede seguir bajo sospecha, máxime cuando depende de las adjudicaciones y ha ganado tanto peso en el exterior.

    Debe hacer un ejercicio de transparencia organizando una comisión que investigue. Los jugados deben determinar si hay responsabilidades penales, que deberían ser asumidas por su presidente.