Opinión

Editorial: Los bonos certifican el enfriamiento



    La bolsa y la deuda pública habían mantenido un tenso pulso en las últimas semanas. Mientras la primera luchaba por mantener viva la llama de la recuperación, la segunda tiraba en la dirección contraria y anticipaba que algo malo se cocía en la economía mundial.

    Y los últimos acontecimientos están dando ganadora a la deuda. Estados Unidos, China y Reino Unido han avivado el temor a una recaída económica que, en algunos casos, como el estadounidense, incluso podría contener el germen de la deflación o caída general de los precios.

    Un escenario negativo que los bonos están reflejando con unos rendimientos que, en varios países, son los más reducidos de la historia. Y no, no es una buena señal, puesto que certifican que aún queda mucha crisis por delante.