Opinión

Carmen Enríquez: El príncipe de Girona y su fundación



    Sacar adelante un proyecto como el que está poniendo en marcha la Fundación Príncipe de Girona es un reto difícil y más aún en los tiempos que corren, en los que la crisis económica paraliza cualquier iniciativa que requiera un desembolso económico. Por eso, hay que elogiar doblemente el empeño, la ilusión y la fuerza de los responsables de esta nueva entidad que aunque tiene aún un corto recorrido, nació hace un año con la determinación y el propósito de impulsar la iniciativa y los proyectos de jóvenes emprendedores.

    Sus responsables son catalanes, pero su proyecto trasciende el territorio de la Comunidad de Cataluña y su vocación es la de extenderse por toda España. Su objetivo, apoyar el espíritu emprendedor de los jóvenes, ayudarles a encontrar apoyo económico para que sus proyectos puedan materializarse y convertirse en realidad.

    Y por qué no decirlo, también tratar de cambiar el chip de los estudiantes para que aspiren no sólo a ocupar un puesto de trabajo seguro, sino a crear nuevas empresas, a atreverse a desarrollar ideas innovadoras aunque sean en cierto modo inciertas, a arriesgar y tener visión de futuro.

    Todo ello bajo el impulso del Príncipe Felipe, que, como heredero de la Corona, posee el título de Príncipe de Girona, al que se quiere dar visibilidad y asociar con una acción distinta a la de la Fundación Príncipe de Asturias.

    El día 1 de julio, el reto de la nueva Fundación se materializará en un Forum en la ciudad de Girona, con presentación de proyectos de gente experimentada, como Mohamed Yunus, inventor de los microcréditos. Y se clausura con la primera edición de los premios Impulsa, cuyo objetivo es premiar a gente que sea como Bill Gates cuando empezó a trabajar en un garaje en lo que luego se convirtió en Microsoft, empresa líder de informática.

    Carmen Enríquez, periodista especializada en información de la Casa Real.