Opinión

Editorial: Se afloja (algo) el nudo del mercado



    El mercado se está relajando. El Ibex ha asentado un suelo fiable y rebasó ayer los 9.500, cerrando su mejor semana en 11 meses. Hay esperanza, y razones para ella, pero persisten los riesgos. Por un lado, se ha disipado el miedo que se cernía sobre la colocación de bonos españoles, que ha salido adelante.

    Además, el Banco Central Europeo mantiene la barra libre para los bancos, que tienen garantizada la liquidez hasta fin de año. Y el BCE compra a los bancos la deuda soberana que éstos adquieren, lo que alivia la financiación de los Estados. En España, los movimientos y rumores corporativos han mejorado el horizonte, tras el SIP de Caja Madrid y Bancaja y el acercamiento de Sabadell y Guipuzcoano.

    A medida que el proceso de redefinición del mapa de cajas va llegando a su fin, se distiende el ambiente. Pero el nudo sólo se afloja en parte. Son varias las zozobras que acompañan a esta convalecencia. Ni el BCE puede mantener su generosidad sine die, ni la reestructuración del sector financiero español se antoja completa. Es más, hay que evitar que el cierre sea en falso. De momento, las fichas del tablero se han organizado para captar ayudas del Frob, pero falta ver cómo se abordan los ajustes en las entidades implicadas, cómo se reorganizan y buscan sinergias.

    De momento, las decisiones han sido políticas, pero ahora ha de abordarse la parte técnica. La reforma laboral en ciernes es en el fondo un arma de doble filo. Ha crecido la confianza en que España se enderece, pero si al fin la reforma es superficial, esto habrá sido un espejismo. El Gobierno debe abordar las reformas sin descafeinarlas y velar por una correcta reordenación financiera.