Editorial: Adiós a la guerra de los seguros
La guerra de precios de las aseguradoras ha terminado, para dar paso a una carrera ascendente que en el primer cuatrimestre de 2010 deparó alzas de hasta el 3 por ciento en las pólizas. El ajuste se está moderando.
El negocio del seguro gozó de unos márgenes elevados en la precrisis que luego recondujo por la vía low cost, un modelo con las patas cortas en cuanto a las cuentas de resultados se refiere.
Con bajadas de hasta el 35 por ciento en 2009, el método bajo coste erosionó los beneficios de las compañías del ramo, justo cuando los clientes son especialmente sensibles a cualquier letra pequeña y se disponen a ser infieles a su seguro mirando bien con quién.
En un ámbito como el asegurador, caracterizado en general por la permanencia de la clientela, es importante destacar que no sólo el precio es determinante, sino la calidad y el abanico de prestaciones y coberturas. Bajo la reducción de éstas, algunas compañías estarían evitando mayores subidas. La guerra de precios tenía un corto recorrido que ya se ha cumplido.
Más cuando el sector encara el próximo advenimiento de la directiva Solvencia II, que establecerá un nuevo marco europeo de regulación, endureciendo requisitos de solvencia, como los relativos a provisiones técnicas, algo que puede encarecer las pólizas y para lo que parecen estar preparándose las entidades. El sector no ha ajustado del todo. Junto a unos pocos grandes titanes, un montón de pequeñas compañías sufrirán con especial dureza la competencia y la adaptación normativa. La fase de ajuste por precios terminó y ahora habrá de ajustarse por tamaño.