Opinión

Editorial: CajaSur e IU, una historia de cajas



    ¿Qué sucede con las cajas? Les contamos una historia aleccionadora. Desde el 2000, CajaSur sufría morosidad e impagos en créditos concedidos a Izquierda Unida por valor de 2,2 millones de euros. Pero claro, la entidad tiene su sede en Córdoba y ¿adivinan ustedes cuál es el partido dominante en esta alcaldía?

    En efecto, han acertado: IU disfruta de la mayoría en el ayuntamiento de la ciudad de la Mezquita y, por tanto, cuenta con seis miembros en la asamblea de la caja y uno en el consejo de administración, lo que le permite participar de la toma de decisiones en la institución financiera. Cierto es que la cantidad no es astronómica y que, desde su llegada, el máximo dirigente de la formación, Cayo Lara, ha refinanciado la deuda.

    Aunque ahí se vuelve a divisar otro favoritismo que jamás obtendría un particular: tras una década de atrasos, se le brinda una cadencia de tres años. Ahora el partido argumenta que sus malos resultados electorales han reducido sus ingresos y, por eso, se ha visto abocado a la morosidad. Sin embargo, ¿por qué tenía que prestar una caja pequeña a un partido político nacional? ¿Se han aprovechado para forzar la financiación?

    La lección obvia es que las cajas son instrumentos para el clientelismo. Un mandatario puede permitirse llamar a una entidad y exigir crédito de dudoso cobro, financiando objetivos políticos. Ya se ha visto el caso de CCM con el aeropuerto de Ciudad Real. La falta de criterios empresariales lastra al sector. Hace falta profesionalizar retirando a los políticos de la dirección. Y el que se tenga que inyectar dinero privado para salvar a algunas puede ser un buen principio para una nueva historia.