César Vidal: Como chinos
Pocas veces un trabajo de investigación retrata tan a fondo la realidad social como el reportaje que María Claver expuso en las páginas de este periódico acerca de la Expo de Shanghai. No voy a repetir los datos consignados en aquel texto, pero sí deseo recordar algunos de sus aspectos más llamativos. De más de 150 naciones que se van a pasear por China para mostrar sus virtudes, España es la cuarta en cuanto a gasto de pabellón.
Sólo China, Japón y Arabia Saudí han logrado gastar más que nosotros, que ya es decir. Alemania, la locomotora de la UE y gran pagana de los dispendios de otras naciones como Grecia y España, se gasta poco más de la mitad de nuestro derroche. EEUU -que no puede gastar dinero público en exposiciones de este carácter- queda muy por detrás de nosotros. Pero en la Expo de Shanghai no sólo ha quedado de manifiesto que nuestro Gobierno tiene un agujero en la mano por donde se escapa el dinero que nos saca de los bolsillos.
También se ha visto hasta qué punto nuestro sistema de ordenación territorial, además de absurdo, resulta prohibitivo. Ahí están Cataluña -que representa la cuarta parte de la deuda de las CCAA- o el País Vasco gastándose un dineral porque Montilla cree que los pekineses ansían aprender la lengua de Verdaguer o porque Patxi López ha comprendido el potencial mercado para la txapela que hay en el nuevo Celeste imperio. Y el gasto de Tutangallardón, que supera su despotismo y su despilfarro lo mismo echando a unos pobres vecinos de unas casas del Puente de Vallecas que aumentando los dispendios. Ni que decir tiene que España -que el 7 de mayo estaba en bancarrota por esa alianza aciaga de ZP con los nacionalistas- no puede permitirse semejante situación ni tampoco la UE se la va a tolerar.
Pero nada parece que afecte a las nomenclaturas políticas que en España van de los sindicatos a los titiricejas pasando por lobbies como el gay o el feminista y por las oligarquías nacionalistas hasta llegar a los políticos. Mientras la nación se desploma, han decidido seguir engañándonos. Como a chinos.
César Vidal, historiador y director del programa La Noche de Es.Radio.