Opinión

Editorial: Fastos de bonanza en la peor coyuntura



    El pasado fin de semana Madrid y Barcelona asistían a sendos desmentidos al mensaje de se acabó la fiesta lanzado el miércoles por el presidente Zapatero, cuando anunció el mayor recorte de gasto de la democracia. La Gran Vía madrileña vestida de largo en su centenario y un referéndum sobre una eventual reforma de la Diagonal que ha costado tres millones de euros.

    Ante la peor coyuntura se pide a todos, pensionistas incluidos, austeridad, pero se nos brindan unos fastos propios de la bonanza. Contracíclicos a más no poder. Contradictorios como el despilfarro español en la Expo de Shanghai, que rebasa el gasto de EEUU en la muestra. Todas las administraciones, y ellas primero, han de ajustarse el cinturón. Sin ejemplarizar, no hay autoridad moral para pedir sacrificios a los ciudadanos.