Opinión

Javier Kessler Saiz: Pérdida de soberanía



    La principal consecuencia del plan de rescate del euro es la pérdida de soberanía de los países miembros de la zona euro a favor de las instituciones europeas. El cambio es irrevocable. Los países más débiles retroceden en su capacidad para determinar la cuantía de gasto anual y los países más fuertes pierden independencia al tener que coordinar sus políticas económicas con el resto de países miembros. Pero todo esto ya se preguntaba en los exámenes de la carrera de ciencias económicas cuando se firmaba el Tratado de Maastricht.

    La convergencia consistía no sólo en igualar nominalmente unas cifras, sino también en promover una convergencia real de las economías europeas y quien contestaba erróneamente suspendía la asignatura de macroeconomía.

    El tema es que las reformas estructurales son de gran calado y nunca se encuentra momento para proceder a ellas. Y el momento surge cuando se pierde la credibilidad respecto a los compromisos asumidos en un Tratado. La presión no es tanto de los especuladores, sino de los hechos que se imponen ante los ciudadanos.

    Los países europeos ya tienen delante de sí una misma realidad. La política monetaria y la política de tipo de cambio dependen del Banco Central Europeo (BCE) y la política fiscal depende no sólo de las decisiones de un país, sino de todos los socios. Llega la hora de construir desde las instituciones europeas y esto no es más que pedir más poder para el Parlamento Europeo.

    Javier Kessler Saiz, EAFI (Empresas de Asesoramiento Financiero Independiente).