Editorial: A buenas horas, un acuerdo sobre cajas
Zapatero pactó ayer con Rajoy la reforma de la Ley de Cajas, algo que debió hacer antes. La situación de casi la mitad de ellas se ha tornado muy difícil. Si se calculase el valor bursátil del conjunto, ha mermado en 40.000 millones desde el inicio de la crisis, lo que da una idea de cuánto atractivo han perdido estas entidades justo cuando se pretende conseguir inversores que las recapitalicen. Una vez más, el presidente deja avanzar las cosas hasta una situación crítica.
Ahora, las cajas de ahorros han de conseguir más fondos, puesto que la competencia por los depósitos se recrudece; el interbancario está seco; Basilea III elevará los requisitos de capital y anulará las preferentes; y la morosidad acucia. Se usarán cuotas participativas con derechos políticos. Sólo que invertir ahora será menos atractivo que hace dos años.