Opinión

Editorial: ¿Viene otro ataque especulativo?



    ¿Puede España seguir el camino de Grecia y quedar a merced de los especuladores? Estamos lejos de los engaños griegos: mientras que en el país heleno se ven carteles de financiación europea para una carretera donde apenas se ve un camino rural, aquí hemos mejorado nuestras infraestructuras. Madrid aún disfruta de bastante más credibilidad.

    Sin embargo, los economistas de fuera ven asombrados cómo en poco más de un año nuestro déficit ha pasado del 2 al 11 por ciento, y nuestro paro del 8 al 20 por ciento. Y encima ese déficit no corresponde como en Reino Unido a un desembolso único para rescatar a sus bancos, sino que es gasto estructural, es decir, se repite. Además, advierten que el Ejecutivo no logra controlar los presupuestos de las autonomías y que hay problemas en el sector financiero.

    También observan que las previsiones de crecimiento para los planes de consolidación fiscal pecan de optimismo. Y es verdad que gozamos de un endeudamiento público bajo, pero el exceso de endeudamiento privado es mayor, y es el total de la deuda lo que determina la evolución de la economía a largo plazo y, por tanto, la capacidad del Estado para reducir déficit. Los mercados ya miran hacia Portugal, que se perfila como el siguiente y puede servir a los especuladores como un punto intermedio desde donde elevar la presión a España. Habrá que estar atentos a Lisboa. A diferencia de Atenas, tenemos hasta junio para presentar un plan creíble más duro de lo anunciado. No importa que las agencias nos califiquen mejor. Si no convencemos al mercado de que tomaremos medidas, aún puede darse un ataque especulativo que nos prive de liquidez.