Opinión
Editorial: Más ahorro para las pensiones
El Gobierno fomentará los planes de pensiones privados. En la actualidad, la razón por la que se tomaba uno de estos complementos era que resultaba fiscalmente ventajoso. Hasta un límite anual que podía ser de 10.000 o 12.500 euros según la edad, la cantidad ingresada servía para reducir la base imponible y, por ello, abonar un tipo del IRPF menor. ¿Para qué otra cosa podía contratarse cuando la pensión pública salía más generosa?
Pero el cambio está ahora sobre la mesa. En el futuro, el número de trabajadores no será el suficiente para sufragar las prestaciones. El Pacto de Toledo estudiará las reformas que, de seguro, terminarán con unas pensiones pródigas. Para poder mantener el poder adquisitivo de los jubilados, habrá que desarrollar fórmulas complementarias. Y en ese contexto en el que el sistema público brindará menos réditos, tiene sentido fortalecer el ahorro y, por tanto, los planes alternativos.
El Ejecutivo se plantea extender esas desgravaciones para los mayores de 65 años, permitiendo que se deduzcan cantidades superiores a los 12.500 euros, algo que sólo beneficiaría a los salarios altos, que pueden aportar más dinero. También planea recortar las penalizaciones existentes a la retirada de fondos antes de la jubilación para autónomos sin liquidez o parados. Sin embargo, debe ir más allá.
Debe hacer que el rescate de esos fondos contribuya como ahorro y no renta del trabajo. Habría que dar beneficios fiscales a las empresas que ofrezcan planes colectivos. Y se podría establecer que una parte del dinero destinado a la Seguridad Social se invierta en estos productos. En unos años, necesitaremos el ahorro.