Estrategias que deben seguir los graduados para obtener trabajo
Se dice que en algunas escuelas de administración de empresas, inclusive las más famosas, más de un 30 por ciento de los graduados no han obtenido trabajo. Los empresarios no suelen ir a las universidades como lo hacían antes. Y si lo hacen, es sólo con el propósito de obtener información.
Muchas compañías, afectadas por el empeoramiento de sus resultados y alarmadas por los pronósticos sombríos, han pospuesto las fechas para que los graduados de las escuelas de Administración de Empresas comiencen a trabajar. En otras ocasiones, han rescindido sus ofertas.
Veamos las tres recomendaciones que le ofrecimos a un graduado en Administración de Empresas, un veinteañero, que nos visitó esta semana en casa. Nuestro amigo está todavía con las manos vacías, es decir, sin trabajo y empieza a sentirse desesperado.
1. Puede acomodarse y terminar amando lo que haga.
2. Puede volverse un poco loco.
3. Puede crear su propia empresa.
Partamos de lo primero: acomodarse. Es la opción más rápida y más fácil.
Si decide acomodarse
Tal vez ya esté enterado de que posiblemente no conseguirá el tipo de trabajo con el que soñó cuando comenzó a estudiar Administración de Empresas hace algunos años. Aludimos a la empresa en que pensaba que iba a trabajar, al título y al salario. Pero existe probablemente un trabajo, en alguna parte de este país o en el extranjero. Y ese trabajo le ofrecerá una razonable cantidad de experiencia relevante y un salario razonable.
Usted puede aceptar ese trabajo. Y, lo que es aún más importante, puede dedicarse a ese empleo con gusto. A pesar de su decepción, podría comenzar a trabajar de manera ardiente para innovar procesos, mejorar su equipo, y hacerse indispensable ofreciendo más de aquello que le exigen.
Por ejemplo, en su caso, puede trabajar en algún negocio al por menor. Y su objetivo podría desempeñar su labor de forma tan estelar que obtenga un puesto de ejecutivo. Y quizás eso atraiga la atención de la sede nacional de la empresa. Por cierto, la labor cotidiana de hacer ventas y escribir cifras en la caja registradora podría parecer un lastimoso reintegro en relación a todo lo que gastó en sus años como estudiante en la Escuela de Aministración de Empresas. Al menos al principio. Pero debe pensar en la estrategia que piensa seguir en su carrera. Si es un astro en una empresa sólida, eso es eventualmente un pasaporte a una mejor oportunidad, allí o en otra firma. Con el transcurso del tiempo, su humildad, y sus resultados, posiblemente serán recompensados.
Volverse loco
Ahora vamos a tocar el segundo punto: volverse un poco loco. Ese es el enfoque que preferimos recomendar a los graduados de Escuelas de Administración de Empresas en las actuales circunstancias. Pero un enfoque que sólo recomendamos con cierta inquietud. Pues no todos pueden llevar a cabo una campaña orientada hacia el ruego y la súplica, y seguir siendo al mismo tiempo una persona altamente simpática.
La idea es elegir uno o dos lugares donde siempre quiso trabajar, o los dos ejecutivos por los cuales usted daría uno de sus riñones a fin de poder trabajar para ellos, y presentar su caso una y otra vez, y de la manera más creadora, atractiva y persuasiva que pueda. Envíe cartas, mensajes por correo electrónico, haga llamadas telefónicas, cualquier cosa que sea necesaria, para conseguir una entrevista de cinco minutos. Y en caso de que logre la entrevista, tendrá que concretar su objetivo mostrando una brillante pericia y gran energía positiva.
Sí, es una apuesta arriesgada. Pero si funciona iniciará su carrera en el sitio adecuado. Y habrá tenido experiencia de qué es lo que necesita para ir adelante.
Inicie su propio negocio
Finalmente, si acomodarse o volverse un poco loco no funciona para usted, tal vez le convenga iniciar su propio negocio. Trate de determinar qué cosas sabe, y en qué puede destacar, encuentre un amigo que pueda aportar algo, como cerebro, contactos, capital inicial o escasa necesidad de descanso. Y luego, como cualquier otro empresario, usted tendrá que salir y ponerse a vender.
Por ejemplo, si usted sobresale como consultor, entonces acepte trabajos por 5.000 ó 10.000 dólares. O negocie con clientes por un porcentaje en el incremento de ganancias que usted podrá conseguir, o en los ahorros que creará. Conoce la rutina y, posiblemente, también conozca los riesgos. El actual medio ambiente en materia económica hace que la opción de convertirse en un empresario sea un extraordinario acto de coraje. Sólo usted sabe si cuenta con ese tipo de temple.
No queremos parecer duros: sólo intentamos ser realistas. Éstas son épocas sin precedentes por los egresados de las Escuelas de Administración de Empresas. Eso requiere un nivel inusual de estar al tanto de uno mismo. La crisis económica global seguramente durará uno o dos años más, y carece de sentido estar esperando a que ocurra un milagro.
Usted tiene realmente sólo tres opciones. Elija una, y siga avanzando.