Cautela aún necesaria en la banca
elEconomista.es
La banca española obtuvo en enero pasado un beneficio de más de 1.270 millones. Se trata del mejor arranque del año registrado por el sector desde 2014 (una vez superada la crisis financiera que se desarrolló entre 2008 y 2013) y, además, multiplica por dos las ganancias obtenidas en enero del año pasado.
En este caso, la comparativa es pertinente, dado que los datos del inicio de 2020 no se vieron distorsionados aún por el comienzo de la epidemia y la imposición del confinamiento domiciliario. Ahora bien, los números de un solo mes resultan demasiado escasos como para extraer de ellos proyecciones acerca de cómo se comportará 2021 para el sector financiero español. Es cierto que la estadística ya refleja algunos aspectos esperanzadores, especialmente la buena evolución del negocio de créditos hipotecarios, como cabía esperar de una crisis que, pese a su virulencia, no está focalizada en el sector inmobiliario. Más meritoria aún resulta la contención de la morosidad, ya que apenas supone el 4,5% de la cartera crediticia. Sin embargo, en este capítulo, resultaron decisivas las medidas excepcionales consistentes en moratorias y renegociación de los préstamos. Las entidades ya han hecho pública su intención de mantener dichos alivios vigentes más allá de este mes, cuando su vigencia terminaba.
Sus resultados logrados en enero son esperanzadores, pero la crisis aún amenaza con multiplicar los impagos en 2021
Pero está aún por comprobarse si bastarán para contener los impagos, dado el decepcionante comportamiento de la campaña de vacunación y de la recuperación, que va a obligar al Gobierno a recortar su previsión de crecimiento de 2021. De nuevo, los expertos avisan de que un repunte de los impagos hasta el 8% en este año resulta factible. Los bancos, no pueden dar por terminada la crisis, y es posible que necesiten provisiones aún mayores.