La anemia que aún sufre el consumo
elEconomista.es
El pasado septiembre fue un mes histórico para las financieras de consumo en España, ya que sumaron un beneficio de 177 millones. Se trata de una cifra meritoria ya que equivale a los beneficios acumulados en el conjunto de los ocho meses anteriores.
Es más, logra superar con creces al promedio mensual de 70 millones que se obtenía en el periodo previo al estallido de la crisis. Ahora bien, por abultada que sea la cifra de septiembre, debe reconocerse que no ofrece una base sólida para concluir que estamos ante un síntoma de recuperación fiable de la demanda de los hogares. Es frecuente que mejorías súbitas y cuantiosas de esta índole se produzcan justo después de algún acontecimiento inesperado que alteró de forma profunda la estadística. Es lo que ocurre con el crédito al consumo en un año como 2020 en el que se registró un periodo (entre abril y junio) de constantes pérdidas e incluso hubo un mes (julio) en el que las ganancias fueron nulas. Debe también tenerse en cuenta los medios a los que el sector tiene que recurrir para reanimar la demanda. No es casual que, según el Banco de España, este tipo de préstamos presenten un interés en mínimos de diez años (inferior al 8%). Y, sobre todo, urge considerar la calidad del nuevo crédito que se está liberando. La tasa de impagos que arrastran las financieras de consumo llegó a superar el 7% durante el confinamiento y aún se encuentra en el 6,6%, con visos de volver a crecer en el cierre del ejercicio.
Las financieras arrojan un septiembre histórico en beneficios que será difícil que sostengan en el tiempo
En líneas generales, por tanto, resulta muy precipitado esperar una mejora de la demanda de los hogares. Muy al contrario, los duros efectos de la segunda ola del Covid amenazan con retraerlo aún más, lo que causará nuevos problemas al sector financiero.