Daño para todos los sectores inmobiliarios

El inmobiliario es uno de los ámbitos más expuestos a los perjuicios económicos de la actual epidemia. Resulta obvio que la destrucción de empleo y la entrada en recesión del PIB abocan a una caída, ahora incalculable, de precios y compraventas de viviendas.

 Pero esta crisis presenta además un rasgo que multiplica sus daños. El confinamiento impulsa las compras online y el teletrabajo, lo que resta valor a edificios de oficinas y centros comerciales. Es por ello que socimis y promotoras sufren ahora en bolsa más que en crisis anteriores. En consecuencia, debe tomarse con cautela la vieja creencia según la cual el inmobiliario siempre es un refugio. A corto plazo, el sector muestra vulnerabilidades tanto en bolsa como en cuanto a la compra directa de vivienda.