Opinión

Inversión para frenar el cambio climático

    El cambio climático es una de las preocupaciones principales de la sociedad.

    Andrea González, Javier Garayoa

    En los últimos 15 años, el cambio climático se ha convertido en el centro de preocupación de la humanidad en su conjunto, atendiendo a las previsiones catastróficas que la ciencia augura si no se toman medidas urgentes para paliarlo. Tenemos un reflejo de la sensibilidad y los compromisos de los Estados en las Cumbres del Clima de carácter anual, así como en las iniciativas de los reguladores europeos, como el Plan de Finanzas Sostenibles, y las del sector privado y la sociedad civil, que se involucran cada vez  más en la búsqueda de soluciones. El sector financiero juega un papel fundamental en el proceso de descarbonización de la economía, discriminando en la asignación de capital y promoviendo el cambio del modelo energético, como inversor sostenible, mediante políticas de dialogo activo, engagement, y ejercicio de voto.

    Los datos sobre la evolución de la inversión sostenible, relevantes a nivel global y de España, dan fe de la relevancia del sector financiero en todo el proceso de transición hacia una economía de emisiones cero. Así lo ha reconocido la Comisión Europea, que centra sus esfuerzos regulatorios en propiciar un mercado de bonos verdes de máxima eficacia, como vehículo estrella de inversión con capacidad para canalizar 1/3 del total de la financiación necesaria para lograr una economía verde europea dentro de los plazos comprometidos. 

    Existen diversos planteamientos en la dimensión internacional de la sostenibilidad que contemplan las finanzas sostenibles como vehículo de la lucha contra el cambio climático. Entre los más destacados se encuentran el Task force on Climate-related Financial Disclosures (TCFD), Climate Action 100 +, Network for greening the financial system, el Acuerdo de París o el Plan de Acción de Finanzas Sostenibles de la UE (que contiene iniciativas como la taxonomía de actividades verdes, índices de referencia climáticos o el estándar europeo de bonos verdes). Dos de ellos están tomando mayor protagonismo:

    El Acuerdo de París, cuyo objetivo principal consiste en limitar el aumento de las temperaturas globales promedio a 2 ?C e intentar limitar este aumento a 1,5 C, involucra de forma directa al sector financiero en la lucha contra el cambio climático. De igual modo, la Cumbre de Acción Climática de 2019 establece seis áreas de acción entre las que se encuentran la convergencia de financiación para una economía de emisiones netas de carbono. 

    El Plan de Acción de Finanzas Sostenibles de la Comisión, por su lado, pone el foco en los aspectos climáticos desde el lado de la Unión de Mercados de Capitales y avanza en el futuro marco regulatorio que incentive la canalización de fondos hacia la descarbonización

    La situación en cuanto a evolución de la inversión sostenible en España, tomando el estudio de Spainsif de 2019, presenta crecimientos en volumen durante el año 2018 ( 3,1%) y en el periodo 2009-2019 (535%). Igualmente, el estudio informa sobre la mejora en la calidad de las estrategias de inversión sostenible e incluye datos sobre un incipiente protagonismo de los ahorradores particulares (del 7% al 15% en el último año). En concreto, incluye información sobre los temas más populares en la inversión sostenible como las energías renovables y la eficiencia energéticas, entre otros muchos temas relacionados con la emergencia climática. 

    La mejora en volúmenes y calidad de la inversión va acompañada de avances en las metodologías de medición. El análisis de los riesgos climáticos en las finanzas ha evolucionado desde la elaboración de perfiles climáticos de los activos financieros y el desarrollo del inventario de CO2 de las firmas, hasta la popularización del análisis de la huella de carbono de los activos financieros o la introducción del análisis de escenarios de cambio climático. En el presente, en cuanto se refiere al alineamiento de carteras con el Acuerdo de París, el sector financiero se encuentra en algún lugar entre la medición de la huella de carbono y el establecimiento de objetivos basados en escenarios futuros de calentamiento global.

    La situación de crecimiento de la inversión sostenible y la premura para alcanzar una economía neutra en carbono, son realidades interrelacionadas. En Spainsif, siguiendo la misión de promover la inversión sostenible en España, se generan contenidos e investigación, se pone a disposición del público la plataforma de fondos sostenibles y se organizan iniciativas de comunicación, formación y promoción. Todo ello se lleva a cabo desde el foco de los cinco grupos de interés que componen la asociación (entidades financieras y aseguradoras, gestoras de activos, proveedores de servicios y centros académicos, organizaciones sin ánimo de lucro y los sindicatos mayoritarios).

    Para alcanzar los objetivos de París es necesario realizar una transición hacia tecnologías de bajo carbono donde todos estos actores sean tenidos en cuenta. La transición socio-tecnológica que traerá consigo la lucha contra el clima implicará ajustes estresantes para la economía y para la sociedad. Por tanto, nos enfrentamos al reto de remodelar la economía a las emisiones de bajo carbono evitando excesivas pérdidas económicas y sociales, salvaguardando la estabilidad del sistema financiero y poniendo el foco en que esa transición sea justa.