Positivo avance del AVE extremeño

Adif impulsa este año el AVE a Extremadura licitando contratos por cerca de 400 millones de euros. El gestor ya ha duplicado la inversión con respecto al año y da una respuesta a la precaria situación en la que se encuentra el desarrollo de la alta velocidad en esa comunida autónoma.

Mientras esta infraestructura ha compensado ya el retraso que su despliegue mostraba en otros territorios, una vez superada la crisis económica, lo cierto es que el AVE extremeño ha continuado siendo el gran abandonado. Incluso trabajos de escasa complejidad tecnológica y bajo coste, como el acondicionamiento de puentes ya existentes, han estado pendientes desde 2014 hasta muy recientemente.

El gran abandono de la alta velocidad en este territorio recibe un impulso ineludible para acabar con su aislamiento

En este contexto puede imaginarse la magnitud del trabajo que queda pendiente por hacer en una línea de muy amplia extensión, cuyas labores se tienen que llevar a cabo en tres grandes frentes: los tramos Madrid-Oropesa, Oropesa-Plasencia y Plasencia-Badajoz. Sin duda, serí ingenuo pensar que la equiparación de esta infraestructura a los estándares de las ya operativas en otros territorios españoles será cosa de poco tiempo. Son todavía numerosos los kilómetros de trazado ferroviario que no cuentan con ningún tipo de electrificación, que presentan estructuras anticuadas en sus vías o que no soportan velocidades superiores a los cien kilómetros por hora. De hecho, las estimaciones más actuales retrasan la culminación y apertura completa del servicio al año 2026. Por ello, su desarrollo no puede retrasarse más. Pese a la situación de interinidad en la que se encuentra el Gobierno una inversión productiva de esta índole, destinada a acabar con el aislamiento que ahora sufren los extremeños, debe impulsarse.