Opinión
Casado, regreso al futuro
José María Triper
Con el viento de las encuestas a favor, Pablo Casado ha decidido asumir todo el protagonismo en la estrategia y los mensajes de campaña del Partido Popular ante los comicios de noviembre, una de cuyas prioridades más urgentes era la renovación de las candidaturas para evitar repetir los errores que le llevaron a la debacle del 28 de Abril. "Se acabaron las frivolidades de los toreros y los tertulianos", fue el mensaje que le transmitieron los barones del partido, que ahora sí han bendecido unas listas que desde fuera se interpretan como una recuperación del pasado marianista pero que en clave interna estiman más como una operación estética de "regreso al futuro", complementaria del giro al centro que le han aconsejado.
En Génova interpretan la inclusión de ex ministras en la lista de Madrid como una operación estética para dar imagen de madurez y seriedad más que como una recuperación del marianismo
Con este objetivo Casado decidió apartar a Maroto y García Egea, a quienes muchos responsabilizan del desastre de los comicios precedentes y se responsabilizó directamente de la dirección de la campaña y de la confección de las candidaturas, emulando a lo que hace Pedro Sánchez en el PSOE, de quien también ha imitado en la labor de convertirse en el casi único protagonista en los medios de comunicación y en los actos de partido, acallando incluso a la portavoz en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo que, a pesar de todo, "sigue conservando todo su poder y la confianza del presidente".
"Había que reforzar las listas con personas de probada madurez y experiencia en la gestión", explican voces próximas a la dirección Génova, y a ello se debe el desembarco en Madrid de Ana Pastor, Isabel García Tejerina y Elvira Rodríguez. Pero "las heridas siguen sin cerrarse, apostillan, para recordar que de las tres ministras que arroparán a Casado en la Capital, dos ya eran diputadas y sólo la primera es abiertamente marianista.
El perfil de "experiencia, prudencia, sensatez, buen juicio y mejor imagen pública" de la ex ministra de Fomento y ex presidenta del Congreso, y no su vinculación a Rajoy, ha sido decisivo para su traslado desde Pontevedra, explican. Mientras que, en el caso de García Tejerina, también mudada desde Valladolid, sus afinidades políticas han sido siempre con Arias Cañete, primero, y María Dolores de Cospedal, después.
Casado ha apartado a Maroto y García Egea para asumir directamente la elaboración de las candidaturas y el protagonismo en la campaña.
Algo parecido a lo que ocurre con Elvira Rodríguez, cuya carrera política ha estado siempre ligada a Aznar y Rato, y cuya recuperación para el Congreso ha causado sorpresa y estupor en la sede popular. "Extraña que deje la presidencia de Tragsa y su cargo de consejera en Renault Internacional para ser diputada de a pie, sin responsabilidades de gestión y con la consiguiente pérdida de ingresos".
Al mismo tiempo se subraya como la inclusión de Marimar Blanco como número uno en Álava y la continuidad de Beatriz Fanjul e Iñigo Arcauz en Vizcaya y Guipúzcoa son un "abierto desplante" a Alfonso Alonso, también ex ministro de Rajoy y que mantiene abiertas discrepancias con la dirección de Génova.
"Las costuras abiertas en el congreso extraordinario siguen sin coserse", resaltan los citados responsables del PP, aunque si admiten que "hay un intento de acercamiento y colaboración" y es muy posible que Mariano Rajoy participe activamente en algún acto de campaña. El empate, o incluso el triunfo, "está muy difícil pero no imposible", aseguran, y ello obliga a movilizar a todos los activos disponibles.