El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, conmina a BBVA a que cierre su investigación interna sobre los vínculos de la entidad con el excomisario Villarejo. El apremio está justificado, ante la demora que ya acumulan las pesquisas (llevan más de un año abiertas) y el daño que para la reputación del banco supone dilatar los tiempos. El riesgo es especialmente grave, considerando que el manejo de esa misma investigación, en lo que compete al consejero José Miguel Andrés Torrecillas (ahora vicepresidente de la entidad), es cuestionado por parte de los accionistas. El presidente de BBVA, Carlos Torres, quien escuchó in situ las palabras de Hernández de Cos, debe atenderlas y acelerar un proceso que tan a fondo compromete la credibilidad del banco.