Tras un mal 2018 en renta fija y variable, los dos primeros meses de 2019 devuelven la ilusión al inversor, con ganancias del 9 por ciento en bolsa europea y del 2 por ciento en el bono español. La duda está ahora en si el mercado mantendrá el comportamiento positivo en el resto del año. Los expertos son más optimistas con la renta variable (el 65 por ciento ve más alzas) que con la deuda, donde solo el 44 por ciento contempla más recorrido. En cambio, todos coinciden en que el riesgo de volatilidad existirá a lo largo del año por la desaceleración económica. Este contexto exige un enfoque más activo a la hora de invertir, tanto en bolsa como en deuda. La rotación entre áreas geográficas, sectores y países, es la única vía para obtener unas mínimas garantías.