El mercado pone deberes a Repsol para 2020. Pide a la petrolera que su beneficio se mueva en los próximos años en el entorno de los 2.400 millones, lo que supone regresar a las cifras de 2008, pero con unos precios del crudo un 30 por ciento menores que entonces. Los analistas imponen unos objetivos ambiciosos que, sin embargo, están al alcance de Repsol. Confían en las ganancias que la petrolera pueda obtener con su negocio tradicional. Pero también valoran otros aspectos, como su adecuada diversificación en nuevas áreas como energías verdes, además de tener en cuenta los 3.800 millones obtenidos con la venta de Gas Natural. Todo ello refleja con claridad la confianza que el mercado deposita en las fortalezas que Repsol ya presenta más allá del crudo.