El secretario de Economía de México, Ildefonso Guajardo; la ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, y el Representante Comercial de Estados Unidos; Robert Lighthizer, dieron cuenta de la séptima ronda para la modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan), la cual tuvo lugar del 25 de febrero al 5 de marzo de 2018, en Ciudad de México. El comunicado expresaba que los equipos negociadores avanzaron y concluyeron tres capítulos que son: Buenas Prácticas Regulatorias; Publicación, Notificación y Administración de Leyes; y Medidas Sanitarias y Fitosanitarias. Además de anexos sectoriales relacionados con sustancias quími- cas y alimentos. El secretario Guajardo mencionó que solo existen de una a dos diferencias para lograr terminar seis capítulos: Telecomunicaciones, Comercio Digital, Obstáculos Técnicos al Comercio, Energía, Empresas del Estado y Servicios Financieros. Los avances se suman a los tres capítulos concluidos en previas rondas: Competencia, Pymes, y Anticorrupción, más el Anexo sobre Tecnologías de la Información y Comunicación y el Anexo Sectorial de Eficiencia Energética. Se espera que los temas pendientes sean resueltos próximamente en la ronda intersectorial en Washington, que durará varias semanas. Lo cual significa que las negociaciones se van estirando, pues el propósito era finalizarlas a finales de marzo. Cada negociador expresó sus ideas, pero todos coinciden, aunque con matices, que no se ha conseguido avanzar como estaba previsto. Lighthizer, lo expuso al comentar que después de "siete meses" se cuenta con solo 6 de los 30 capítulos que se necesitan para un moderno Tlcan 2.0. Recalcó las dos metas de EEUU: actualizarlo para poder incluir comercio electrónico, medio ambiente y propiedad intelectual y, debe ser equilibrado con relación a sus trabajadores y empresas, se busca eliminar el outsourcing, la subcontratación, así como desarrollar reglas de origen para el sector manufacturero y remodelar las reglas para las compras gubernamentales. Es muy consciente del valor de los tiempos, pues los periodos electorales complicarían las negociaciones. Recuerden que están las elecciones presidenciales de México (julio), las de Canadá en Ontario y Quebec (noviembre y diciembre) y EEUU tiene las mid-term (noviembre). Por ello, es importante avanzar rápidamente, pues si se llega a un acuerdo, en EEUU la ley exige mostrar el acuerdo públicamente antes de ser considerado por el Congreso, por ello hay que hacerlo rápidamente en los asuntos críticos, para que pueda ser considerado por el Congreso actual. Lighthizer espera que sea un acuerdo tripartito, pero si no es posible, está preparado para que sea de manera bilateral. La ministra Freeland em-pleó un enfoque constructivo basado en "ganar-ganar-ganar", para asegurar un buen acuerdo entre los tres socios. Comparte que es necesario un Tlcan 2.0, incorporando la economía digital. Tiene presente lo comentado por el presidente Trump, y Canadá también busca beneficiar a los trabajadores y la clase media. Por ello, debe ser un acuerdo donde la competitividad salga robustecida para crear más empleo en América del Norte, que permitirá competir mejor globalmente. Destacó los avances de rondas anteriores, y que las propuestas de su país en ciertos capítulos fueron decisivos para la aprobación, no obstante, coincide con Lighthizer en señalar que los avances no han sido los esperados. Sobre los aranceles de aluminio y acero, se pronunció que si EEUU toma medidas con restricciones sobre Canadá, su país defendería a los trabajadores de la industria metalúrgica y tomarían las medidas apropiadas. El secretario Guajardo, sobre los tres capítulos cerrados, considera que las Buenas Prácticas Regulatorias promueven el desarrollo de un enfoque regulatorio común entre los tres países y buscan eliminar regulaciones innecesarias y redundantes, con la novedad que se crea un comité para el seguimiento y la implementación e intercambio de información. El de Transparencia, que compromete a los tres países a compartir la información que puedan afectar a sus exportadores, proveedores de servicios, e inversionistas lo que garantiza el acceso a la información sobre leyes y regulaciones que afecten a cualquiera de los temas cubiertos en el nuevo acuerdo. Las Medidas Sanitarias y Fitosanitarias, implican la certeza de que productos agrícolas mexicanos puedan ser comercializados en la región sin obstáculos artificiales, garantizándose la sanidad animal y vegetal con bases científicas. En cuanto a capítulos con solo una o dos diferencias, confía que en la ronda intersectorial de Washington se puedan concluir. Estos son: Telecomunicaciones, ya tienen una visión común que es la libre competencia del mercado regional; Comercio Digital, solo tiene un obstáculo que tratar; Obstáculos Técnicos al Comercio, únicamente necesita adecuarse a otro capítulo que influye en éste; Energía, ya se tienen los textos necesarios para la concluirlo; Empresas del Estado y Servicios Financieros son capítulos muy avanzados para poder cerrarlos. En lo que se refiere al sector automotriz -el 99 por ciento del comercio de vehículos en Norteamérica se hace bajo las reglas Tlcan-uno de los puntos críticos de la negociación, las empresas siguen convencidas de que no se debe modificar la regla de origen de contenido regional del 62,5 por ciento, pero hay indicios de que México va a proponer que se aumente al 72,5 por ciento -EEUU propuso el 85 y el 50 por ciento que sea estadounidense-, del cual aceptaría que el 40 por ciento fuera de EEUU. No puedo confirmar la validez de la propuesta pero está circulando y puede ser una contrapartida importante de México por otra no menos importante de Estados Unidos. Sin embargo, los resultados de la ronda revelan que la negociación sigue su curso y el tiempo vuela y el tiempo pasa. Así que si desean cerrar el nuevo acuerdo, deberán en la octava ronda bajar las espadas a tierra para poder demostrar en tiempo y forma a sus ciudadanos, que es posible el Tlcan 2.0. Aunque, todo es muy incierto. Mientras tanto, EEUU, Canadá y México, se han postulado como sede para la Copa del Mundo de Fútbol 2026. La decisión de la FIFA llegará en junio, justo antes de las elecciones presidenciales de México del 1 de julio y antes de Rusia 2018, así que ya saben lo que tienen que hacer en la próxima mesa de negociaciones si no desean quedarse sin Mundial, entre otras importantes cosas.