Los precios de la vivienda suben a la mitad de velocidad que hace dos años y medio, según las estadísticas del Ministerio de la Vivienda. El departamento que dirige María Antonia Trujillo estima que han subido a un ritmo del 9,7 por ciento en los últimos 12 meses. Las cifras de Vivienda tienen reputación de medir bien las tendencias, pero también de ser ligeramente alcistas en los precios que ofrecen. Esto es así porque los cálculos se hacen analizando las tasaciones de las viviendas que se venden. Lógicamente, se quedan fuera las casas que no se venden, que son las más caras y son las que suelen tener los precios más estancados. Esto quiere decir que, si se metieran en las estadísticas los precios de todas las casas en venta -como hacen los portales inmobiliarios y las agencias- deberíamos pensar que el precio de la vivienda se está desacelerando algo más de lo que dice Trujillo. En todo caso, se trata de una buena noticia. La bajada de los precios aliviará el coste de las familias que se disponen a comprar vivienda. Esto es más importante si cabe porque el dinero se está poniendo caro: el euribor -el índice que se usa para fijar las hipotecas- ha subido desde el 2,2 por ciento de septiembre de 2005 al 3,7 por ciento del mes pasado. Para una hipoteca media, la cuota mensual ha pasado en ese período de 707,8 euros a 831,1 euros. Otra razón para el optimismo es que, aunque bajan los precios de la vivienda, lo hacen moderadamente. Eso es bueno porque el efervescente mercado inmobiliario se oxigenará un poco sin por ello frenarse en exceso, lo que sería perjudicial para una economía que sigue dependiendo mucho del ladrillo. Hay que esperar a que la tendencia se confirme.