La estrategia de defensa de Oriol Junqueras para salir de prisión ha fracasado. El Supremo confirma la decisión del magistrado Pablo Llarena y mantiene al exvicepresident catalán en la cárcel porque existe riesgo de reiteración delictiva. Es obvio que esta decisión, unido a que Carles Puigdemont sigue en Bélgica, aboca a Cataluña a nuevas elecciones. Pero, sin duda, la Justicia tiene argumentos para la postura que toma. Junqueras ya engañó al Gobierno al decir que cumpliría la Constitución al tiempo que su departamento tenía preparados todos los planes para la independencia unilateral de Cataluña. Pero lo más importante es que pide la libertad y dice ser un "hombre de diálogo", pero sigue sin acatar la ley. De ahí la razonable decisión que la Justicia toma.