La tasa de paro de EEUU está en mínimos de 16 años tras la fuerte, e inesperada, creación de empleo en julio. Por si fuera poco, los salarios crecen aún al 2,5 por ciento por cuarto mes consecutivo. Estos datos contienen un claro potencial para cambiar el panorama al que hasta ahora se enfrentaban las bolsas. De hecho, los mercados europeos se dieron la vuelta y acabaron con alzas, como el 1,04 por ciento del Ibex 35. Unos sueldos más altos implican mayor inflación y también un impulso para que la Fed retome las alzas de tipos en diciembre. Esa posibilidad repercute, a su vez, sobre el dólar, que ayer se dio un respiro en su tendencia bajista contra el euro. Son factores que reavivan las bolsas europeas y dan fuerza para atacar resistencias.