El futuro del Popular está más en vilo que nunca tras la debacle en bolsa de esta semana. Su derrumbe en el mercado amenaza la opción hasta ahora más probable, que consistía en la venta de la entidad. De hecho, de todos los integrantes de la gran banca española, sólo el Santander sigue en el proceso abierto por el presidente Emilio Saracho para encarrilar la operación corporativa. La entidad liderada por Ana Botín es la única opción, y así lo ve el Gobierno, para que Popular evite el rescate. Ahora bien, no se puede asegurar que el Santander mueva ficha. Como suele, estudiará a fondo la rentabilidad de la operación y es posible que ofrezca un precio negativo (convirtiendo deuda en acciones), lo que choca con los planes trazados por la cúpula del Popular.