El FMI fue claro al asegurar que un tercio de la banca europea se halla “débil”. La rentabilidad sobre recursos propios (ROE) muestra hasta qué punto el aviso del Fondo es pertinente. En España, sólo hay cuatro entidades (Abanca, Bankinter, Bankia y Unicaja) que sitúan esa variable por encima del 8 por ciento, el nivel que en el mercado juzga aceptable. Nadie puede negar la profundidad del ajuste que el sector financiero español acometió, pero ahora está atrapado en otra tormenta perfecta, por causa de los tipos en mínimos y la escasez de demanda solvente de crédito. Capearla aún exigirá nuevos ajustes y escuchar la recomendación del presidente del BCE, Mario Draghi, referente a la conveniencia de bajar aún más el número de entidades que operan en la eurozona.