Las pérdidas fueron ayer generales en las bolsas europeas, con un descenso del 1,78 por ciento en el caso del Ibex, por el temor que despierta la banca italiana. El asunto es conocido; en la cumbre de líderes europeos de diciembre, el primer ministro transalpino, Matteo Renzi, tuvo un desencuentro con su homóloga alemana, Angela Merkel, por este problema. Sin embargo, nada se ha hecho, por resolverlo y el riesgo es real: el sistema no ha atravesado ninguna reestructuración reciente y la morosidad llega al 18 por ciento. A ello se suma el poco margen que tiene el Gobierno por sí solo, pues su deuda está en el 132 por ciento. Es posible, por tanto, que Roma necesite un rescate como el español o propiciar el proceso de consolidación mediante compras.