Endesa se va a Alemania, pero no de compras. Justo al revés. La eléctrica española es una jugada estratégica maestra de un gigante europeo necesitado de fuentes de abastecimiento de gas para afrontar el futuro. España es una gran opción para E.ON ante la dificultad que va a tener para abastecerse de gas ruso. Es un movimiento empresarial hasta cierto punto lógico: el que paga más, exige y se lo lleva. Hasta ahí todo puede entenderse por pura lógica empresarial y de desarrollo de un sector energético fuerte a nivel europeo. Pero la cuestión que a todos ronda por la cabeza en España es dónde está definida y marcada la política energética del Gobierno. Cuando el centro de decisión de Endesa sea alemán, ¿seguirá siendo la eléctrica líder en investigación y desarrollo de nuevas fuentes de energía en nuestro país? ¿O se investigará en Alemania y luego se exportará? ¿Quién va a decidir sobre la capacidad de generación nuclear?Son incógnitas fáciles de resolver también por la pura lógica empresarial. Sólo hay que ver el caso de otra empresa que fue pública, se privatizó y se vendió, la mítica SEAT. ¿Dónde está ahora la investigación y la innovación de ese grupo automovilístico? Desaparecido en combate. Y en el caso de Endesa, esa desaparición puede ser más grave, dado que se trata de un sector estratégico, con capacidad de generación nuclear.Lo que es más difícil de resolver es la ya vieja teoría del Gobierno de los "campeones nacionales". Salió de Moncloa, pero no le gustó nada a Pedro Solbes, que, conocedor de lo que se cuece en Europa, sabía desde el principio que Alemania siempre manda mucho. Ahora la veda está abierta en un sector energético español sin dirección estratégica. Las quinielas surgen, hay mucho dinero dispuesto a posicionarse en alguna empresa en busca del premio de una jugosa opa, todos se blindan o se venden como pueden... todo vale. Y lo que está en juego no es tanto el recibo de la luz, como el progreso de España.